“El potencial de las islas inteligentes se basa en su propia limitación geográfica, como territorios claramente delimitados y altamente dependientes del exterior están obligadas a ser eficientes. En este proceso las TIC juegan un papel fundamental, ya que proponen soluciones a problemas reales, lo que permite mejorar considerablemente la calidad de vida de sus habitantes y visitantes. Además, las islas de todo el mundo intensifican su acción para luchar contra el cambio climático, ya que se encuentran entre las primeras regiones en experimentar los riesgos naturales y sus impactos devastadores. Por otra parte, la insularidad implica la dependencia energética de los combustibles fósiles y un alto coste en el transporte, lo que limita la diversificación económica y el acceso a los mercados. La gestión de los residuos es otro de los problemas insulares que se ve acrecentado por el elevado impacto del turismo.
Con el uso de tecnologías de vanguardia, complementadas por un marco regulatorio y financiero, las islas pueden revertir esta tendencia, abordar los desafíos a los que se enfrentan y aprovechar su potencial de desarrollo sostenible”